jueves, 5 de febrero de 2015

Dulce tentación

Has llenado mis pensamientos
llevandome a tu mundo surreal,
te transformas en dragón,
no porque arrojes fuego,
sino porque has tenido la fuerza para contenerlo
y la inteligencia para saber cuando expulsarlo,
en el momento justo,
administrando las mejores ocasiones.
Has dejado a mi mirada sembrarte besos,
esperando ser cosechados con los labios.
Has permitido que descubra el mapa de tu piel,
para luego quitármelo, perdiendome a propósito,
en todos los rincones que te hacen suspirar.
Has sabido envenenarme con tu lengua en cada beso,
haciendome entender,
por primera vez en la vida,
de qué deseo morir.
Me has incitado a besar tus lunares,
hasta formar constelaciones en tu piel,
regalandome la dicha de tenerte,
como una galaxia entre mis sábanas.
Has demostrado como prueba viviente,
junto con los mejores vinos,
que el tiempo no ha sido tu enemigo,
ha sido tu artesano,
convirtiendote en mi efigie,
el más digno a ser contemplado.
Has logrado ser, en este circo de mi vida,
el trapecio y yo la trapecista,
no me dejes caer, que yo no te voy a soltar.

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