lunes, 26 de enero de 2015

Obsesión

Me obsesionas, señor
¿Que singular motivo te acerca a mi?
¿Porqué esta terca conquista sobre mi corazón esquivo?
¿Que buscas siempre en mi?
¿Que quieres darme?
Dominas mi silenciosa casa,
te colocas detrás de cada puerta,
tras las visagras observas,
por los cristales me vigilas
En las noches sin luna un faro de mar alumbra mi ventana,
y eres tú que me asechas y te asomas.
Por mi cuarto andas siempre,
antes que mis pies lo pisen ya está tú en el,
y apenas si me atrevo a desnudarme
Meses atrás frente al espejo contemplaba mi piel,
mas entonces no estaba insistiendo en mi rostro tu mirada.
En las noches que no puedo dormir,
te deslizas por los rincones hasta llegar a mi
porque sabes que está vivo el aliento  de mi boca.
Y si mi mano toma el lapicero
te asomas por encima de mi hombro
para ver a quien nombro y lo que escribo.
Tú estás alerta entre mis sueños
me robas, extingues, aminoras con empeño
mi silencio, mis pálpitos
me robas el nombre de otro dueño.
¿Porqué te veo, señor?
¿Porqué casi me tocas y mi mano detiene tu caricia?
¿Porqué esta lucha contra tí si eres mi olfato,
mi visión y mi tacto
los rumores que mi oido escucha?
¿Porqué nunca me dejas,
y tus ojos, señor, siempre tus ojos,
me miran sin reproche y sin queja?

No hay comentarios:

Publicar un comentario